Accesibilidad, Domótica y Tercera Edad
La accesibilidad es un tema que poco a poco se está introduciendo en la sociedad. Paulatinamente, todos adquirimos conciencia de su importancia y lo entendemos como algo imprescindible en pos de facilitar la vida de aquellas personas que poseen alguna discapacidad motriz. Los ascensores, las rampas, etc. forman ya parte de nuestras vidas, son elementos que ya no llaman nuestra atención dado que los vemos constantemente, tanto en espacios públicos como en viviendas particulares. Sin embargo, existen otros elementos que aún no están instaurados de forma general en nuestra sociedad, y que aun así, cumplen un crucial papel a la hora de hacer de la accesibilidad una cuestión mucho más completa. Es aquí donde entra en juego la domotica.
A pesar de que un hogar esté adaptado a las necesidades de una persona con limitaciones funcionales, por ejemplo mediante elevadores verticales o sillas salvaescaleras, ésta puede seguir encontrando dificultades en el uso de algunos sistemas básicos de la vivienda que, a día de hoy y gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, pueden resolverse mediante la automatización.
¿Qué es la Domótica?
Se entiende por domótica el control de los sistemas domésticos en conjugación con las nuevas tecnologías, lo cual permite una conexión entre todos los elementos electrónicos e informáticos, y a su vez, con el propio usuario. De esta forma, se obtiene una gestión automática del hogar, además de una unión entre los servicios informáticos y de ocio. Esto puede conseguirse tanto desde dentro de la propia vivienda como a distancia gracias a dispositivos móviles.
Este sistema se puede adaptar a las necesidades propias de cada uno. Sin embargo, cuenta con una serie de comodidades estándar a cualquier vivienda que opere mediante esta vía.
¿Cuales son las ventajas de un hogar domótico?
En primer lugar, ofrece un sistema de ahorro energético que se verá reflejado a través del control y la gestión de la climatización de la casa, la racionalización de consumo, gestión de tarifas, y control programado de la luz y el gas.
Además, cuenta con un sistema de seguridad que ofrece alertas de necesidad de asistencia (tanto en caso de accidente del individuo como de intrusión), alertas mediante elementos de detección, causadas principalmente por averías, como por ejemplo una fuga de gas o un fuego, que incluso se podrán avisar desde fuera de la vivienda.
Al hilo de esta cuestión, la domótica también aporta un sistema de comunicación que conecta el hogar con el mundo exterior, bien sea con instituciones que en cierto momento pueden resultar de ayuda para el mantenimiento de la casa como hemos visto en el punto anterior, o bien con el propio inquilino de ésta.
Por último, también aporta confort en relación con algunos sistemas básicos del hogar. Esto es, por ejemplo, el control automático de persianas, puertas y luces, tanto desde el propio hogar como a distancia, regulación de la iluminación según la intensidad de la luz exterior en cada momento, automatización de todos los sistemas electrónicos, o un mejor acceso a las actividades de ocio, ya sea escuchar música, hablar por teléfono o ver la televisión, utilizando un mando a distancia o aparatos inalámbricos.
Principalmente, el uso de la domótica está enfocado a mejorar la comodidad, y por ende, la calidad de vida de las personas que habitan en el hogar. Como mencionábamos anteriormente, las funciones que proporciona este sistema basado en la domótica, son adaptables y ajustables a las necesidades de cada individuo, permitiendo así que la persona se sienta independiente dentro de su ámbito más privado.
Sin embargo, la implantación de este sistema no es un asunto sencillo ya que, a pesar de que las nuevas tecnologías forman ya parte de nuestras vidas, sigue muy latente la llamada «brecha digital». Esto hace que la utilización de este sistema pueda resultar complicado para, por ejemplo, a una persona mayor.
Aun así, la domótica se irá insertando poco a poco en nuestra sociedad hasta que llegue un punto en que todos los individuos sean capaces de manejarla sin dificultad. Esto permitirá un mayor grado de autonomía para las personas con discapacidad, y una mejora en su integración social gracias a las telecomunicaciones y su fácil acceso.