La catedral de Zamora aumentará su valor patrimonial y cultural gracias a los hallazgos en las naves laterales del edificio.

Se ha constatado en diferentes lucillos cegados (sarcófagos de piedra) la existencia de un relieve escultórico dorado y policromado que representa la “transfiguración del Señor”. Además, en el intradós (superficie interior que recorre la curvatura de un arco) se aprecian figuras murales, que representarían a David y Salomón, junto a otras escenas que aún se desconocen. Ambas obras corresponderían al siglo XIV.